Entre presupuestos simplificados y flujos de caja limitados, las empresas buscan constantemente formas de optimizar sus inversiones sin dejar de ser competitivas. El pago aplazado es una solución ideal que no solo les permite abordar sus desafíos financieros, sino también apoyar su crecimiento y transformación digital.
Al optar por el pago aplazado, las empresas pueden controlar su flujo de caja, pero también apoyar actívamente su crecimiento tecnológico.
El principio de pago aplazado
Cuando hablamos de pago aplazado, nos estamos refiriendo a una opción de compra de un activo, por ejemplo un equipo informático, pero lo contrario al débito inmediato. Una de las partes se compromete a entregar los equipos, mientras que la otra se compromete a pagar un precio fijo a posteriori. Sin embargo, a diferencia de una venta tradicional, es posible que el comprador no disponga del presupuesto y, por tanto, se comprometa a abonar el importe posteriormente.
De hecho, el pago aplazado permite al comprador pagar el coste total en varias cuotas, siempre después de la venta, y realizar la compra a pesar de la falta de liquidez en el momento de la misma. Con esta forma de venta, la posesión del inmueble puede ser entregada al comprador para que pueda disponer de él, aunque aún no haya realizado el pago completo.
Si bien es cierto que el leasing escalable, o lease-back, es una opción cada vez más popular, la compra diferida de un equipo informático permite compensar un presupuesto limitado o un flujo de caja limitado, o adaptarse a un contexto económico global incierto.
Gestión y renovación de equipos informáticos
Una de las principales ventajas del pago aplazado es poder renovar sus equipos informáticos. Esto permite a las empresas beneficiarse de equipos adaptados a sus necesidades, así como de tarifas ventajosas para la financiación de:
- Hardware: estaciones de trabajo (ordenadores, microordenadores) e infraestructura (servidores, soluciones de almacenamiento)
- Software: paquetes de software y aplicaciones.
Máxima flexibilidad
Los programas de pago aplazado también ofrecen una flexibilidad notable:
- hasta 180 días para soluciones de infraestructura de centros de datos,
- hasta 90 días para portátiles y ordenadores de sobremesa empresariales.
Esta flexibilidad es crucial para alinear el gasto con los ciclos de flujo de caja, evitando restricciones presupuestarias inmediatas, mientras se sigue invirtiendo en soluciones tecnológicas clave.
La alternativa : el lease-back
Esta solución consiste en recomprar a valor neto contable o valor de adquisición si el equipo aún no se ha depreciado y refinanciar su infraestructura existente mediante un arrendamiento escalable. Se trata de transferir la propiedad de un equipo conservando su uso, a través de un alquiler escalable. Esto permite obtener una ganancia inmediata en efectivo gracias a los ingresos de la venta sin afectar el ciclo de producción, entre otras cosas.
Las ventajas de las soluciones de pago flexibles
Invertir en infraestructura de TI es esencial para seguir siendo competitivo. Los servicios de arrendamiento posterior y pago diferido de Evernex Capital Solutions le brindan la flexibilidad financiera para equipar su negocio sin comprometer su flujo de caja.
Al optar por estas soluciones, puede convertir sus activos en efectivo, acceder de inmediato al equipo necesario y planificar sus finanzas de manera más eficiente.
Póngase en contacto con nosotros hoy mismo para saber cómo podemos ayudarle a optimizar su presupuesto y controlar su flujo de caja con nuestras soluciones a medida.